La muerte y la obsesiva preocupación en vida de los egipcios por el «más allá», procuró a Egipto una de sus más fructíferas industrias. La manufactura de estatuillas funerarias era una pequeña pero sin embargo esencial parte de esa industria.
Por lo general, estas figuras eran pequeñas, con forma de momia, en las que se inscribían en jeroglíficos, sus títulos, nombres y en ocasiones, el parentesco de la persona para la que se había realizado, como parte de su ajuar funerario. Pueden variar en altura, desde unos pocos centímetros hasta piezas de casi 60 centímetros de alto, pero la mayoría se encuentran entre los 8 cms. y los 20 cms.
Estas estatuillas funerarias fueron denominadas de varias formas a lo largo de la historia de Egipto. Así, las conocemos como Shabtis, Shawabtis o Ushebtis (Ushabtis) dependiendo de la época en la que fueron construidas en el largo lapso de tiempo que comprendió entre el Reino Medio, cuando fueron introducidos alrededor del año 2.000 a.C., y el final del Periodo Ptolemaico, cuando finalmente desaparecieron alrededor del año 30 a.C.
Una vez más y para simplificar, utilizaremos la denominación Shabti para todas aquellas estatuillas funerarias datadas antes del año 1000 a.C, momento en el que, el primer profeta de Amón, Pinedjem II, imaginó sustituir la palabra Shabti (en madera) por Ushabti (ayudante religioso), juego de palabras que tuvo tanto éxito, que toda la producción de figurillas funerarias pasaron a denominarse sin excepción, Ushabtis.
Debido a la ingente cantidad de estatuillas funerarias producidas en tan largo periodo de tiempo, estas figuras junto con los amuletos, se han convertido en las más codiciadas y numerosas de todas las antigüedades egipcias.
Los materiales con las que se construyeron fueron muy diversos, utilizando la piedra (esquisto, caliza, alabastro, serpentina, granito,….), cristal, bronce, madera (tamarisco, sicomoro, acacia y ébano), cerámica (incluida la arcilla), cera y el más común de todos, la fayenza. Los shabtis de cristal y cera son extremadamente raros, con muy pocos ejemplares conocidos. Los de bronce son así mismo inusuales.
Es aceptado por los egiptólogos que estas estatuillas funerarias fueron producidas en su mayor parte, en talleres dependientes de los templos y palacios, pero se conoce también su manufactura en talleres privados.
Su iconografía sigue la misma evolución que la de los sarcófagos. Importantes personalidades civiles – tanto femeninas como masculinas- así como la realeza, incluyeron estas figurillas en su ajuar funerario.
Evolución histórica
El Reino Medio
Los shabtis aparecieron por primera vez en tumbas durante la Dinastía XII (2040-1782 a.C.) y parece que evolucionaron a partir de figurillas de cera que eran colocadas en sarcófagos en miniatura y que aparecieron en Saqqara y Deir el-Bahari y que fueron datadas en el I Periodo Intermedio (2181-2040 a.C.).
La mayoría de estos primeros shabtis fueron construidos en piedra, en forma de momias (momiforme) donde solo era perceptible su cabeza en la que portaba una peluca tripartita. Algunas figurillas dejan entrever los brazos cruzados a la altura del pecho y otros, simplemente enseñan las manos que sobresalen de la mortaja. En este escenario, las manos que generalmente no portan nada, evolucionan y algunas portan jarrones o amuletos simbólicos. Los shabtis, a menudo fueron colocados en sus propios ataúdes en miniatura de forma similar que sus antecesores de cera y fueron considerandos como sustitutos de la momia del difunto en caso de que ésta fuera destruida.
Parece ser que con la aparición de los shabtis, se dejaron de fabricar las estatuas de sirvientes que a menudo se encontraban en las tumbas del Reino Antiguo y el Reino Medio.
En el Reino Medio, la mayoría de los shabtis eran anepigráficos, es decir, sin inscripción jeroglífica alguna, aunque algunos portaban el nombre del difunto y el título del cargo que desempeñaba en el gobierno. Unos pocos ejemplares portan inscripciones jeroglíficas más largas, principalmente con una versión reducida del capítulo VI del Libro de los Muertos, texto funerario compuesto por un conjunto de fórmulas mágicas o sortilegios, que ayudaban al difunto, en su estancia en la Duat (inframundo en la mitología egipcia), a superar el juicio del dios Osiris, y viajar a los campos de Aaru, lugar del reinado paradisiaco de Osiris.
Papiro de Henufer. Fragmento del Lbro de los Muertos.
Esta versión reducida del capítulo VI es denominada fórmula shabti y se relaciona al difunto con Osiris, dios con el que todo egipcio esperaba reunirse después de su muerte y que por esa época, su culto comenzaba a cobrar gran importancia.
Esta fórmula da instrucciones de naturaleza agrícola para mantener en buen estado las zanjas de los regadíos y así canalizar el agua desde el Nilo a las zonas de regadío para que sea fértil y poder cultivarla, posibilitando así al difunto tener una reserva eterna de alimentos. Para este propósito, se le añadieron con posterioridad al shabti, herramientas de cultivo, como yugos, azadas, sacos de semillas…
Otros shabtis fueron inscritos con fórmulas para que se proporcionasen ofrendas de comidas. Así, como representaban al difunto, el concepto de shabti como sirviente del difunto empezaba a florecer. Inicialmente, el difunto fue provisto de solo una o dos figurillas aunque éste número, se incrementaría al final del período.
II Periodo Intermedio
Colección Arqueorama |
Este periodo (1782-1570 a.C.) se caracteriza por una inestabilidad interna del poder y por un gran declive económico. La práctica de poseer shabtis en las tumbas cesó y son muy pocos los ejemplares que se conocen y que han llegado hasta hoy en día. Sin embargo, en determinados lugares y particularmente en Tebas (actual Luxor), se han hallado ejemplares elaborados en madera de forma muy rudimentaria. Estos ejemplares fueron denominados shawabtis, probablemente derivado la palabra egipcia shawab (de madera de persea) y fueron inscritos con una fórmula para que se le proveyera al difunto de ofrendas de comidas. |
Reino Nuevo
En el Reino Nuevo (1570-1070 a.C.), durante el reinado del faraón Tutmosis IV (1419-1386 a.C.) de la dinastía XVIII, el papel de los shabtis cambió y a partir de ese momento fueron diseñados como sustitutos del fallecido. Es en este momento cuando se introducen herramientas agrícolas como parte de su iconografía, bien pintadas directamente sobre la figura o bien, incorporadas en el modelado de la figura. Las herramientas consistían en bolsas para llevar semillas, piquetas, azadas, cantimploras colgadas de un balancín y, en ocasiones, iban provistos de moldes para confeccionar ladrillos. Muchas de las estatuillas fueron inscritas con la fórmula shabti estipulando sus obligaciones agrícolas. Los shabtis se elaboraron a menudo en piedra o madera y al final del periodo, con una atractiva decoración policromada, semejante a la de los sarcófagos del periodo. En esta época, el uso de la fayenza para la confección de las estatuillas aumentó en popularidad.
Al principio de la Dinastía XIX (1295 a 1186 a. C.), un nuevo tipo de figura fue introducida junto a las ya existentes. Estas nuevas figurillas representan al difunto llevando la misma ropa que llevaría en vida, con la túnica característica con mangas cortas, falda y delantal triangular. Además llevan en su cabeza una peluca bipartita o peluca doble.
El Periodo Amarna
Durante el breve interludio conocido como el Periodo Amarna (1350-1334 a.C.), Akhenatón introdujo una nueva religión monoteísta basada en la adoración del disco solar, Atón. Los pocos shabtis supervivientes tienen los rasgos más suaves que sus predecesores, reflejando el característico arte de este tiempo. Los numerosos fragmentos de shabtis que se han encontrado pertenecientes a Akhenatón, nos revelan que no fueron provistos de herramientas agrícolas. En vez de ello, portan el signo Ankh, símbolo de la vida, o portando báculo y flagelo, símbolos de la realeza.
Ushabti de Nefertiti (Museo del Louvre) | Ushabti de Akhenatón (Museo Metropolitano N.Y.) |
En cuanto a los shabtis pertenecientes a personajes privados, éstos fueron inscritos con una única fórmula invocando a Atón, para obtener la resurrección. Sin embargo, todavía mantienen las herramientas más usuales. Así pues, el papel de los shabtis en este periodo no está claro. Fue Tutankhamón el responsable de restituir las antiguas ideologías religiosas de los tiempos pretéritos.
III PERIODO INTERMEDIO
En el III Periodo Intermedio (1069-525 a.C.), el número de shabtis aumentó dramáticamente aunque su tamaño se redujo. Las figuras que portaron vestidos de diario durante las dinastías XIX y XX, durante la dinastía XXI evolucionaron hacia las figuras de los capataces. Aunque todavía llevan la túnica de mangas cortas, falda y delantal triangular, estos se distinguen porque llevan un látigo en sus manos. Cada capataz se le supone que supervisaba a 10 shabtis momiformes. La aparición del látigo quizás sugiere que las figuras shabtis fueran consideradas en esta época como esclavos o sirvientes en las que se delegaba las funciones. El número prescrito de figuras fue de 401, es decir, un shabti para cada día del año más 36 figuras de capataces, una por cada 10 trabajadores. Fueron usualmente realizadas en fayenza azul vidriada, ejecutadas toscamente en moldes abiertos con sus partes laterales y posteriores planos. Se produjo en esta época dos adiciones notables a la apariencia de los shabtis, por un lado, una banda para el pelo denominada sheshed y que durante el reinado del sumo sacerdote de Tebas, Masaharta, fue considerada como una ayuda para la resurrección.
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Por otro lado, el modelado de los pechos en los shabtis momiformes de las mujeres. De nuevo, esos elementos fueron copiados de los ataúdes del periodo. Las inscripciones en los shabtis de este III Periodo Intermedio son por lo general, muy cortas, reflejando solamente el nombre de Osiris y el título del difunto. Las figuras todavía se colocaban en las cajas para shabtis, aunque eran más sencillas en su diseño y, en ocasiones, desprovistas de las decoraciones lujosas del Reino Nuevo.
PERIODO TARDÍO
Durante este periodo (525-332 a.C.) las estatuillas funerarias comenzaron a ser conocidas como ushebtis, que se traduce por “el que responde”. La mayoría de las veces fueron realizadas en fayenza de color verde claro o azul y a menudo con un modelado muy cuidado. Un rasgo común en los ushebtis de este tiempo fue un pilar dorsal y una base trapezoidal, la cual fue inspirada en la estatuaria del periodo.
Los ataúdes también adoptaron una iconografía similar. Los ushebtis fueron realizados en moldes de barro de 2 piezas con la inscripción grabada con una herramienta de punta fina de antes de cocerla.
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Una vez más, esas figuras fueron inscritas con varias versiones del capítulo 6º del Libro de los Muertos. El número de ushebtis durante este periodo no varió, continuando con las 401 piezas en el ajuar funerario. A pesar de que las representaciones de estatuillas de capataces con la falda de su atuendo diario, raramente sobrevivió al III Período Intermedio, se ha sugerido que existen dos tipos de ushebtis a partir de este periodo en base a sus inscripciones. En este periodo ocasionalmente se colocaban a la figuras en cajas alargadas, siendo lo más común, que se dispersaran alrededor de la cámara funeraria del difunto o que se colocaran en nichos.
PERIODO PTOLEMAICO
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En este periodo (330-30 a.C.), las estatuillas funerarias se confeccionaron con una peor calidad, a menudo con pseudo-inscripciones jeroglíficas debido al progresivo abandono o desconocimiento del antiguo arte de la escritura jeroglífica, circunscrito ahora únicamente a los templos y palacios. En este periodo desaparecen debido fundamentalmente a los cambios producidos en las ideologías religiosas. |
EQUIPAMIENTO DE LAS ESTATUILLAS FUNERARIAS
Durante el Reino Medio muchas tumbas contenían herramientas agrícolas, usualmente realizadas en bronce. Sin embargo, durante el reinado de Tutmosis IV, fueron elementos modelados o pintados sobre los shabtis, para posibilitar que las figuras realizasen las tareas especificadas en la fórmula del shabti.
Las herramientas agrícolas más comunes en los shabtis trabajadores o momiformes son las azadas, de las cuales en la vida cotidiana, existían dos tipos: la azada con pala ancha y la azada con pala estrecha que se realizaban en madera y su utilización se remonta a los primeros tiempos de la civilización egipcia.
En los shabtis, las diferencian entre los dos tipos de azadas se manifestaban en los primeros ejemplares, pero durante el III Periodo Intermedio fueron representadas de forma muy estilizadas. Las azadas, se representaron en pares hasta el Período Tardío, momento en el que la azada de pala ancha fue sustituida por una piqueta. Al contrario de las azadas de madera, las piquetas tienen una hoja de metal.
La cesta es otro de los equipamientos predominantes más comúnmente utilizados para su representación en la espalda de la figura.
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Generalmente se ha considerado que era usada para llevar semillas o granos. En la vida cotidiana, las bolsas eran también usadas para llevar las espigas de trigo que habían sido recolectadas. Estas cestas o bolsas, generalmente fueron realizadas con materiales vegetales nativos como el junco o la caña, aunque a veces se usaban cuerdas para su elaboración. Muchas escenas de las tumbas, nos muestran cestas del mismo tipo que las que aparecen en los shabtis y reflejan que fueron utilizadas para las mismas tareas (tumba de Sennedjem –TT1). Algunos shabtis realizados durante el reinado del faraón Tutmosis IV, al comienzo del Reino Nuevo, portan un par de cestas o bolsas delante de su cuerpo. Las cestas tenían forma de bolsa, bastante plana y con un característico ensanche en el fondo, forma que data desde las primeras dinastías.
Este tipo de cesta es de lejos la más representada en los shabtis. Un poco más tarde, la cesta es representada llevada debajo del hombro o con dos cestas llevadas en la espalda. En el III Periodo Intermedio, la cesta es representada justo en el centro de la espalda. En el Periodo Tardío, la cesta aparece mucho más pequeña en tamaño y aparece de nuevo detrás de un hombro y cogido por una cuerda trenzada. La posición de la cesta se deriva de la aparición del pilar dorsal que se incorpora como elemento adicional en las figuras de esta época. Obviamente, en la vida cotidiana en el momento de la siembra, la cesta debería haber sido llevada en una mano, tal y como se representan en las escenas de las tumbas o de los papiros.
Durante el Reino Nuevo, se representaron moldes de ladrillos en la espalda del shabti. La manufactura de ladrillos fue ocasionalmente estipulada como parte de la fórmula del shabti. También se representaron en algunos shabtis del Reino Nuevo jarras de agua colgadas de un balancín soportado sobre los hombros. La disponibilidad de agua era obviamente una necesidad para la realización de ladrillos de barro. La técnica para realizar los ladrillos, ya sea por la mezcla de barro con paja picada o con arena y excremento animal, todavía es utilizada hoy en día en numerosas poblaciones de Egipto. El ladrillo moldeado y las jarras de agua, no fueron representados en los shabtis hasta después del Reino Nuevo.
Las figuras de los capataces desde el Reino Nuevo hasta el final del III Periodo Intermedio no llevan el equipamiento que hemos mencionado anteriormente, pero en lugar de ello, portan un látigo, presumiblemente para mantener en orden a los trabajadores.
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Durante el Reino Nuevo, los shabtis adquirieron otros atributos, usualmente amuletos en su forma jeroglífica llevados en las manos con poderes específicos como el pilar djed (estabilidad), el signo ankh (vida) o el ojo wedjat (integridad). Algunos shabtis llevan un pájaro ba, extendiendo sus alas a lo largo del pecho en un gesto de protección al difunto.