El coleccionismo de antigüedades ofrece la oportunidad única de interactuar con la historia y aprender de ella por lo que son muy pocos los pasatiempos que tienen un componente tan enriquecedor.
Coleccionar antigüedades obliga a profundizar en el pasado y a desarrollar una apreciación mucho más profunda de la historia de los pueblos que poblaron esas épocas. Por otro lado, como consecuencia de coleccionar antigüedades, uno adquiere un conocimiento invaluable de las antiguas poblaciones que no pueden ser adquiridas a través de ninguna otra afición, al menos de las que yo tenga conocimiento.
El coleccionismo de antigüedades proporciona un entretenimiento eterno: nunca una colección está realmente completa y siempre hay algo que puede ser agregado. Este proceso proporciona más satisfacción y recompensas que el propio de llegar al final.
Sin embargo, muchas colecciones privadas permanecen en el más absoluto secreto, para el solo disfrute y provecho de sus propios dueños. Este hecho no deja de ser un error ya que muchas colecciones privadas contienen tesoros cuya importancia sería inmensamente realzada si estos coleccionistas hicieran accesibles sus colecciones a otros estudiosos.
La colección Arqueorama tiene sus inicios a finales de los años 70 y el núcleo central de la misma está dedicado a la civilización del Antiguo Egipto.
Si se decide a realizar un recorrido por la galería, se encontrará ante una amplia representación de ajuares y equipamientos funerarios utilizados por los antiguos egipcios, abarcando casi todo el periodo conocido como el Antiguo Egipto.
Destacan en la colección por su número, la amplia variedad de estatuillas funerarias llamadas por los antiguos egipcios Shabtis, Shawabtis o Ushebtis, dependiendo de la época en que fueron confeccionados.
De manera muy simple, podemos decir que los shabtis son figuras que formaban parte del ajuar funerario que acompañaban al difunto en su viaje al encuentro con su dios Osiris.
Además de ser una importante fuente para el conocimiento de la vida y la muerte en la Tierra del Nilo, los shabtis también son inmensamente atractivos desde el punto de vista de la estética, no en vano, algunos de ellos fueron realizados por los más importantes artesanos de la historia de Egipto. Es por ello que desde los primeros tiempos, estas estatuillas se hicieran tan populares y se convirtieron en objeto codiciados por coleccionistas, lo que ha permitido que exista una innumerable cantidad en mano de colecciones privadas.